Vacaciones en el mar.

Hola, si lo sé llevo demasiado tiempo sin escribir (otra vez) en realidad cada vez tengo menos ganas de seguir con esto, pero desahogarse de vez en cuando no esta tan mal.
            Vengo para contarte como han sido mis primeras vacaciones sin mis padres y sola, con él. A su lado, una semana entera, fuera del ajetreo de Madrid, de las visitas inesperadas y la mala gente. Solos, los dos. Parece mentira que la noche de antes me encontraba llorando y muerta de miedo, pensando que no congeniariamos en la misma casa, que la convivencia no sería posible o que simplemente surgiría algo que llevaría al traste toda la relación. Pero aquí estoy una semana después, después de vivir una de las experiencias más maravillosas. Por supuesto que tuvimos nuestras pequeñas disputas, como a la hora de hacer la compra o la comida, pero indiscutiblemente cada momento fue algo nuevo a lo que ninguno de los dos estábamos acostumbrados y que conseguimos superar con creces. Tuvimos un pequeño "problema" con la vitrocerámica, ya que la primera noche al intentar hacer la cena no eramos capaces de calentar el aceite para hacer una simple tortilla, más tarde nos dimos cuenta que no lo estábamos haciendo bien ya que resultaba que el 1 en la vitro es el que más calienta... en fin... cosas raras. Hubo una cosa que no conseguimos averiguar y fue de dónde salían todas las hormigas que todas las mañanas acechaban la comida. Inevitablemente y por tener todo el día las ventanas abiertas, una golondrina entró en la habitación, posándose en la varilla de la cortina, que ser tan pequeño y tan libre que nada puede pararle.
Las noches, las mañanas y las tardes eran perfectas, cada uno de los segundos de los 7 días que hemos pasado juntos han sido increíbles... sin palabras.
FIN